La creciente de la tarde de este 23 de diciembre, atrajo a muchas personas que se ubicaron sobre los puentes junto a los muros de contención y en la ribera del río a presenciar el paso de las aguas; adultos, jóvenes y hasta niños vieron en este fenómeno de la naturaleza un espectáculo, que puede traer graves consecuencias si no se corrige la actitud de los ciudadanos.
Por fortuna, los trabajos que se han adelantado de descolmatación a lo largo del año evitaron que el desbordamiento del río se presentara desde la mañana y ha dado tiempo para que se puedan tomar medidas de mitigación del riesgo, como la instalación de bultos de arena para detener las aguas y cierre provisional de los puentes.
Entre tanto, el jarillón que desviaba las aguas del río Tuluá a la altura del barrio Siete de Agosto, donde se está construyendo el muro de contención, fue arrastrado por las aguas. El alcalde José Germán Gómez, inspeccionó personalmente el lugar para conocer los detalles del impacto de la creciente y tomar medidas que permitan avanzar en la construcción de esta importante obra.