8.6.09

Un lugar que era utilizado para cometer homicidios, fue convertido en un altar para la Virgen de los Milagros

Los dos árboles de la muerte ahora son símbolo de vida

Redacción Tuluá
El Periódico

Dos árboles donde eran llevadas las víctimas de homicidio, serán desde ahora el árbol de la vida, la esperanza  y de reconciliación con Dios, en una zona periférica de Tuluá.
La comunidad del barrio San Francisco que por mucho tiempo fue testigo de los amaneceres de terror, al encontrar personas muertas al pie de los árboles “de la muerte o Judas” como  eran conocidos, se reunió durante el pasado fin de semana en torno a estos, para proclamar la paz y exorcizar el lugar, haciendo  un llamado a la vida.
La Policía Nacional realizó una jornada cívica para los ciudadanos de este marginado sector de Tuluá, que después de vivir de frente la violencia de los criminales, donde alguno de sus familiares, vecinos o conocidos fue hallado sin vida en este lugar, ahora acuden al sitio para orar y pedir por la paz a la Virgen de los Milagros que fue incrustada en uno de los árboles, donde se había adecuado una gruta natural.
“Este es el aporte de la comunidad en la lucha contra los homicidios que se han registrado en esta zona del departamento, la unión para el apoyo a la Policía Nacional y la disminución de este flagelo”.
La alegría se tomó el lugar desde tempranas horas del sábado y bajo la fresca sombra de los árboles, que un día cubrieron con la sombra de la muerte, se refugiaron hombres, mujeres, niños y niñas para invocar el nombre de Dios en la Santa Eucaristía por el perdón de los que llevaron a varias personas hasta  allí para causarles la muerte.
Posteriormente disfrutaron de un evento artístico, cultural y recreativo organizado por la Policía comunitaria de la localidad, mientras que la Asociación de Obras Sociales de la Policía Valle entregaba a las madres y sus hijos obsequios como ropa, zapatos, elementos de  aseo y mercados, entre otros.
Cada uno contribuyó con la campaña para bienestar de los demás, mientras unos realizaban aseo y embellecimiento de la zona verde, otros prepararon el sancocho comunitario que disfrutaron en unión horas más tarde.
“Con esta jornada cívica de acompañamiento policial a la comunidad, se busca generar conciencia en los violentos, hacia el respeto por la vida y en los ciudadanos de bien, su deber de mantenerse unidos contra la delincuencia y junto a la Policía Nacional para contribuir a la tranquilidad y paz de los vallecaucanos, todos juntos bajo el lema: “Apasiónate por la vida”.