El Periódico
Desde tempranas horas de la mañana del jueves los funcionarios de la Personería Municipal de Tuluá, se dieron cita en el barrio Chiminangos para adelantar la primera jornada de atención a las víctimas del conflicto.
Con algo de timidez fueron llegando provenientes de distintos sectores de la parte urbana y rural de este municipio, para pedirles a los funcionarios del Ministerio Público, la realización de derechos de petición ante la Unidad Nacional de Victimas, porque hace varios años declararon pero a la fecha no han recibido ninguna respuesta, y otro número importante para declarar por primera vez.
“Siempre nos dicen que hay que esperar, que estemos preguntando en la Personería o en el Banco Agrario”, si ya llegó la ayuda, comenta María del Carmen, una de mujer de aproximadamente 45 años, quien se desplazó del sector del Brillante, tras la llegada de los paramilitares.
Por su parte, Alberto, quien viene desplazado de la región del “Chuzo” en la alta montaña tulueña, asegura que ha estado en la Unidad de Restitución de Tierras, pero no ha logrado una reparación, porque le han pedido demasiados documentos.
Este hombre, que como militar estuvo en Israel, confiesa con sus ojos brillantes, apunta de llorar, que vio como mataron al “lechero” un joven que recogía la leche de todos los productores de la zona y el recuerdo de no haberlo podido impedir todavía lo trasnocha.
Entre tanto, Jenny, la líder que coordinó conjuntamente con la Personera Luz Piedad Ruiz Alvarado, esta jornada, manifiesto que: “uno aprende a ser más tolerante por la cantidad de pensamientos y opiniones con los que se encuentra día a día. Además, ya se cuenta con el respaldo del gobierno nacional por medio de la Ley de tierras y víctimas de 2011, que a diferencia de la Ley de 1997, tiene más capacidad de desarrollarse e implementarse”.
Además asegura la líder de la organización de victimas que “en Tuluá tenemos una Personería que gracias a Dios escucha las víctimas, nos atienden nuestras peticiones y nos ayudan a resolver las inquietudes de nuestros asociados”
Otro hecho preocupante, según Jenny, es que muchos líderes se están lucrando de la ayuda que prestan, viven de la necesidad, es decir, de acuerdo al caso que uno haya sufrido (violación, desplazamiento, etc.) se cobra una tarifa para que se le pueda prestar ayuda.
“Al final de la jornada que duró cinco horas, se atendieron 30 personas víctimas del conflicto interno en Colombia y siete de ellas rindieron por primera vez su declaración como víctima”, puntualizó la Personera Municipal Luz Piedad Ruiz Alvarado, tras anunciar que continuará visitando cada una de las Organizaciones de Victimas que hay en la ciudad y que tienen asiento en la mesa municipal, para resolver directamente las inquietudes que presenta esta población.
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