2.9.13

Madres comunitarias siguen en paro

Redacción Tuluá
El Periódico

Cerca de 200 madres del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF en Tuluá, completan  hoy cinco días en paro y cada día se  dan cita  entre las ocho de la mañana y las dos de la tarde en las afuera de las oficinas de la entidad, para exigir nuevamente reconocimiento laboral con prestaciones sociales, continuidad de los hogares comunitarios, pensiones dignas y el cambio de los operadores de los programas.
De acuerdo a lo expresado por Teresa Rincón Terranova, la protesta también obedece a  la reducción en el abastecimiento de los productos que les entregan para la alimentación de los menores; “nos dan un remesa que realmente es un pecado”, expresó la líder tras revelar que a veces los productos llegan en mal estado, razón  por la cual están solicitando que cambien a la entidad Asoempreserval, que es la encargada de atender este programa.
Los insumos entregados no les alcanzan y deben poner de su dinero para satisfacer a los niños que están a su cuidado.
Todavía no se conoce un pronunciamiento oficial del ICBF al respecto.
Las madres comunitarias que se encuentran agolpadas ante el ICBF sede Tuluá,  igualmente están exigiendo  mejor trato ahora que se les va a asignar a quienes se jubilen por el trabajo realizado por más de 25 años, el valor de 240.000 pesos.
Señalaron que las peticiones que hace dos meses motivaron un paro nacional indefinido no fueron atendidas por el Gobierno nacional que había prometido revisarlas para mejorar sus condiciones  laborales.
“Durante estos cinco días de paro, nos hemos reunido en una sola vez con las directivas del ICBF en esta ciudad, pero no nos dan una respuesta a nuestras peticiones, dicen que todo lo debe resolver  la oficina a nivel nacional”, comentó una de las madres comunitarias.
Las jornadas de protesta  han transcurrido  con tranquilidad y tuvo eco en otros municipios de la región central del Valle,  en donde las madres del programa FAMI  se han unido para expresar su inconformidad no sólo con el pago que reciben por su labor que es por debajo del mínimo, sino también por la estrategia “De cero a Siempre” que temen las dejarán por fuera.