23.4.13

Desplazados marcharon por sus derechos como víctimas


Redacción Tuluá
El Periódico

Por primera vez en la historia del desplazamiento en Tuluá, centenares de personas lideradas por la Organización Social Nassa Kiwe,  marcharon por las principales calles del municipio reclamando sus derechos como víctimas. 
En esta ocasión, en el marco de la conmemoración  del día de las víctimas de la violencia en Colombia. El 9 de abril, que tradicionalmente recuerda el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, y que fue instituida por la ley como el día de las víctimas.
Aldemar Díaz “Junior”,  Líder del movimiento indígena Nasa Kiwe y de la Mesa municipal de organizaciones víctimas de Tuluá, aseguró que a la población desplazada le siguen vulnerando sus derechos.  “No vemos una solución verdadera, con la cual las familias queden realmente reparadas en temas como el de tierras, vivienda, salud, educación y demás”, argumentó “junior”.
“Tenemos muchas falencias y lo que vemos es que el Gobierno viene a nosotros sólo con trámites, pero los recursos nunca llegan a la población víctima”, agregó tras insistir  que “hasta el momento no se ha cumplido con lo que por Ley nosotros tenemos derecho, como la accesibilidad a una vivienda digna, salud, educación superior gratuita”.
Lamentó que esta condición se siga presentando a pesar de contar con una Ley, más aún cuando “día a día son más las personas víctimas de este flagelo”.
“Necesitamos voluntad política… tenemos una Ley que nos protege, pero necesitamos voluntad política para que esa Ley realmente se cumpla”, expresó el líder social tras señalar que esta protesta también es contra la Administración Municipal que preside José Germán Gómez, porque no le ha brindado la atención a las personas víctimas del conflicto.
Igualmente lanzó críticas  contra el Concejo Municipal y su presidenta Martha Cecilia Córdoba, por no haber permitido que se escuchara en el recinto de la Corporación Edilicia a los desplazados.
"Esta fecha debe tener un sentido de presente y futuro. Es un acto simbólico de inclusión de quienes han sido y de quienes son víctimas en este momento, aquí no tenemos nada qué celebrar, lo que se busca finalmente es que los colombianos guarden en su memoria los hechos violentos que el país ha vivido en las últimas décadas y entiendan que no se deben repetir”. Finalmente expresó que “el mayor impacto que ha tenido el desplazamiento sobre las comunidades como los grupos indígenas, es la incidencia y modificación que ejerce sobre la identidad; la cual se ve afectada por el conflicto a causa del cambio del campo y la tierra por la ciudad, en donde las costumbres y prácticas no siempre tienen lugar.