28.9.09

Palacio Municipal de Tuluá, toda una historia

Redacción Tuluá
El Periódico
Don Rufino Gutiérrez, consagrado historiador de principios del siglo XX, por mandato de la Biblioteca de Historia Nacional, recorrió el país escribiendo monografías de las ciudades colombianas.
Visitó a Tuluá a finales de la segunda década del siglo XX, y hace un excelente estudio de la Villa de Céspedes, en su obra "Monografías" de la ya dicha Biblioteca de Historia Nacional y editada en Bogotá por la Imprenta Nacional en 1921. Dice don Rufino Gutiérrez, que llegó a Tuluá el 27 de Enero de 1918, y agrega, "Tiene el Distrito estas propiedades: Casa Consistorial en construcción, apenas empezada, y por eso se paga arrendamiento por los locales que ocupan sus oficinas."
En esa edificación iniciada en la Alcaldía de don Abel Potes en 1918 y situada en la carrera 26 con calle 24, local que hoy ocupa Centroaguas, fue el primer edificio propio de Tuluá para su Alcaldía y Concejos Municipales.
El Concejo Municipal de Tuluá en su periodo de 1927 a 1929, inició la construcción de un nuevo edificio con especificaciones modernas de la época, situado en la carrera 25 con Calle 25, la siguiente legislatura municipal, 1929 - 1931, continuó con esa obra que tenia la destinación para la escuela pública, con una inversión de $43.000, su construcción duró 16 años.
Inicialmente el edificio fue ocupado por la Escuela Caldas para varones y destinado luego para oficinas públicas con el titulo de Palacio Municipal, en 1943.
La ya antigua casa Consistorial de la carrera 26 con calle 24 fue alquilada a las rentas departamentales.
En el primer piso del nuevo edificio, funcionaron las oficinas del Jurado Electoral, Tesorería, Inspección Fiscal, Personería y Alcaldía Municipal.
En el segundo piso se instaló el Honorable Consejo Municipal, Secretaria del Consejo y la Jefatura de Estadística; los Juzgados 1° y 2° municipales y Centro Cafetero de Higiene, así dio inicio la luz pública del Palacio Municipal de Tuluá.
En la actualidad, este es un edificio que se conserva en gran porcentaje de lo que fuera en la época que reseña el historiador, se encuentra incluido entre los edificios custodiados por la nación.
Sus amplias instalaciones, piso en madera en la segunda planta, dan cuenta de los grandes debates, proyectos e inversiones que se han ejecutado en beneficio de las comunidades, el encontrarse en pleno sector comercial, permite a las personas que de otras ciudades llegan allí, congraciarse con la historia que envuelve este emblemático edifico de la época de 1918.
La estratégica ubicación de este edificio, permite la entrada de iluminación natural y la frescura del viento en las mañanas, que a la puesta del sol, sus rayos ingresan sin que sean invitados, pasando entre los ventanales.