Redacción Tuluá
El Periódico
Cerca de 20 estudiantes que habitan la zona montañosa de Tuluá, vivieron una aventura nueva y diferente al ser trasladados hasta la parte urbana del municipio para ser atendidos por el grupo de profesionales que trabaja desde el Centro de Inclusión Escolar, ubicado en el Punto Vive Digital, PVD, del barrio Palobonito.
En el lugar fueron atendidos los niños que requieren un seguimiento especial y mucho más personalizado del que han brindado los profesionales en sus jornadas descentralizadas; cada estudiante recibió orientación en temas de fonoaudiología, sistema braille, psicología, entre otras, dependiendo de la necesidad identificada.
La jornada de atención fue programada por los rectores de las instituciones educativas de las veredas Piedritas, Cocorná, Porvenir, Alto del Rocío y los corregimientos de Puerto Frazadas, y Monteloro; educadores que han encontrado en el equipo de Necesidades Especiales un apoyo importante para temas de inclusión educativa.
Este equipo de profesionales dirigidos por la especialista Gloria Arce, y que hacen parte de la Secretaría de Educación del Municipio, está concentrado en brindar todas las alternativas y atención posible para que niños y jóvenes con necesidades especiales puedan continuar con sus estudios y no tengan ninguna dificultad a la hora de aprender.
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