Redacción Tuluá
El Periódico
Al problema de enfermedades respiratorias, presencia de roedores e insectos y malos olores, que están ocasionando cerca de 3.000 garzas que habitan en los alrededores del Lago Chilicote, en Tuluá, ahora se suman las basuras que tienen literalmente inundado este sector.
Los vecinos del sector aseguran que el olor que producen las aves muertas y el polvillo que genera el estiércol de estos animales, ya son insoportables y a ello se suman los excrementos de mascotas, el sanitario público de indigentes en que este sitio se ha convertido.
Advierten que otras situaciones que se presentan allí y que afectan el ecosistema son la pesca desaforada, la forma como violentan a las aves, a la tortuga, al águila caracolera, que llega hasta este sitio, por lo que pidieron a las autoridades un mayor control.
Aunque para la mayoría de los tulueños el entorno del Lago Chilicote con sus garzas es de un ambiente romántico y hermoso, no lo es tanto para los vecinos de este sector que les toca padecer con estas aves, por lo que muchos ya han tenido que abandonar sus casas e incluso están a la espera que se cumpla con una acción popular que se ganaron, pero que a la fecha no ven los resultados que ellos pretenden.
Es de anotar que tras la decisión judicial, funcionarios de la CVC han realizado varios operativos de control y poda de los árboles en donde las garzas han establecido sus nidos, pero la incomodidad de los vecinos del sector continúa, por lo que ellos han considerado que se trata de un grave problema ambiental.
Pese al control que la CVC hace de las Garzas en este sitio,
la comunidad sigue quejándose por la contaminación ambiental.
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