21.9.09

El espacio público en Tuluá es invadido por ventas, parasoles y otros

Redacción Tuluá
El Periódico
La ocupación del espacio público es un tema de constante análisis por parte de la Secretaria de Planeación del municipio, desafortunadamente en Tuluá se vivencia que diariamente llegan vendedores ambulantes de todas partes, colocando sus chazas o ventas callejeras en cualquier sitio, sin el debido consentimiento o permiso, y lo más lamentable es que estas personas, no obstante de ubicar arbitrariamente sus puestos de venta, se explayan en los andenes sometiendo a los peatones a bajarse de lo que el Plan de Ordenamiento Territorial ha demarcado como zonas para el tránsito peatonal.
El profesional Universitario de control físico y desarrollo urbano del municipio de Tuluá Juan David Cruz, precisó que si la ciudadanía no acoge lo reglamentado para una sana convivencia, las autoridades municipales acompañadas de la fuerza pública, entrarán en su etapa coactiva, para quienes torpedeen el tránsito peatonal por andenes, plazoletas, senderos peatonales, vías solo para peatones, ciclo rutas, puentes peatonales y toda clase de sitios en los que la integridad física de las personas se vea sometida por acción de los vendedores ambulantes y estacionarios.
Los parques Boyacá y Bolívar son los sitios de mayor concentración por las ventas ambulantes, unido a los alrededores de la galería central y algunas calles del sector comercial como la calle Sarmiento, la carrera 21 entre calles 27 a la 30, donde se estacionan ventas de frutas, verduras, cacharro, y en muchas ocasiones tienden mantas con sus productos a que sean escogidos mediante la modalidad del agache por los clientes o compradores.
Los operativos hasta el momento realizados y el censo con que se cuenta y que no ha sido modificado desde la anterior administración, refleja que en Tuluá existen alrededor de 800 vendedores estacionarios, de hecho, allí se han incluido los vendedores ocasionales, que al momento de la encuesta, quizá se encontraban descansando o haciendo un alto en el camino y fueron censados como tal.
La patrulla de control al espacio público de Tuluá está conformada por 3 funcionarios públicos, dos uniformados de la policía, un inspector de planeación y en muchas ocasiones se han visto apresurados por cuanto en algunos sectores como la galería, les han sacado cuchillo amedrentándolos si les quitan de allí, lo que hace pensar que estas personas puedan estar bajo los efectos de la droga, el alcoholismo, porque los vendedores ambulantes y aún estacionarios, nunca han arremetido contra el grupo operativo de control al espacio público, indicó el Profesional Universitario Juan David Cruz.
Por fortuna se han llevado a cabo mesas de conversaciones con los gremios que en esta localidad representan los vendedores ambulantes y maneros, manifestó el funcionario de la Secretaria de Planeación Municipal, lo que permite concertar las reglas de juego para que ellos continúen en sus labores cotidianas, sin causar inconvenientes, pero se debe socializar el tema con los comerciantes, quienes frente a sus almacenes instalan vallas, avisos, pendones, y toda clase de elementos alusivos a sus productos para cautivar al cliente, sin importar que con ello, estorban el tránsito peatonal.
Lo mismo se presenta con los ventanales salidos en las casas, las rejas de seguridad y protección en los antejardines y los parasoles, que sirven para colocar silletería y mesas en los andenes, atajando el paso.
Todos estos detalles han sido considerados y analizados de manera puntual y se cuenta con los sitios, nombres de los propietarios de los establecimientos que incumplen la norma, para que al momento oportuno, los organismos de control al espacio público actúen bajo las normas.