Angustiados se encuentran los propietarios de locales comerciales de ésta ciudad, no hay día en que no se cometan robos o atracos a sus locales. Aducen los afectados que la falta de vigilancia en el sector en especial los que quedan en la calle Sarmiento Lora, es la causa de que los amigos de lo ajeno actúen con completa tranquilidad. Su forma de operación es entrar en grupos de tres o cuatro de acuerdo a los que atienden y mientras los distráen preguntando por productos otro ingresan y acceden a objetos como computadores portátiles o mercancías. También en los cajeros automátcos hacen su agosto, la modalidad más usada es decirle al usuario que quedó abierta la transación y de inmediato, sin que nadie les pida su colaboración van actuando sobre el cajero en forma rápida y quitándole a la persona la tarjeta le dicen que vuelva a escribir la clave y es allí donde se la cambian y memorizan la clave y en otro cajero proceden a sacar el dinero.
A pesar de las prohibiciones que existen de no dejar que otras personas ayuden, eso sucede en un instante y estos profesionales se salen con la suya. Lo mejor es que no crean cuando les dicen que quedó abierta la transación, seguir adelante o informar al banco del problema y no dejarse tumbar.
Las autoridades consideran que no se puede poner un policía a cada ciudadano, ni a cada empresa ni negocios, la comunidad debe colaborar, tomando las medidas necesarias y estar alerta a las personas sospechosas y cuando entren en grupo al negocio, preveer que algo puede pasar y estar atentos a evitar el hurto o el robo. Además en la ciudad existen uniformados en cada cuadra e informar de inmediato a las unidades disponibles para que le ayuden a no ser presa fácil de los delincuentes.
Ya es hora de que se trabaje unido en el comercio y que todos estén atentos a lo que le pasa al compañero, muchas veces el que está al lado no se entera de los sucesos a su alrededor, se debe de formar una red en donde todos participen y además se coloquen las alarmas comunitarias para sentirse más apoyados ante un hecho de éstos y de paso se colabora con las autoridades que aunque han aumentado el píe de fuerza se le escapa de las manos un total control, ante el aumento de estos desadaptados que ponen en peligro la tranquilidad de los comerciantes y de las personas de bien.
El Alcalde de esta municipalidad ha estado atento a brindarle a su comunidad mejores oportunidades de convivencia y se han diseñado varias estrategias conducentes a bajar el índice de inseguridad tanto en el comercio como en el resto del municipio, pero de todos es sabido que Tuluá como en todo el valle del cauca, es poco lo que se ha conseguido a pesar de las medidas implementadas.
A pesar de las prohibiciones que existen de no dejar que otras personas ayuden, eso sucede en un instante y estos profesionales se salen con la suya. Lo mejor es que no crean cuando les dicen que quedó abierta la transación, seguir adelante o informar al banco del problema y no dejarse tumbar.
Las autoridades consideran que no se puede poner un policía a cada ciudadano, ni a cada empresa ni negocios, la comunidad debe colaborar, tomando las medidas necesarias y estar alerta a las personas sospechosas y cuando entren en grupo al negocio, preveer que algo puede pasar y estar atentos a evitar el hurto o el robo. Además en la ciudad existen uniformados en cada cuadra e informar de inmediato a las unidades disponibles para que le ayuden a no ser presa fácil de los delincuentes.
Ya es hora de que se trabaje unido en el comercio y que todos estén atentos a lo que le pasa al compañero, muchas veces el que está al lado no se entera de los sucesos a su alrededor, se debe de formar una red en donde todos participen y además se coloquen las alarmas comunitarias para sentirse más apoyados ante un hecho de éstos y de paso se colabora con las autoridades que aunque han aumentado el píe de fuerza se le escapa de las manos un total control, ante el aumento de estos desadaptados que ponen en peligro la tranquilidad de los comerciantes y de las personas de bien.
El Alcalde de esta municipalidad ha estado atento a brindarle a su comunidad mejores oportunidades de convivencia y se han diseñado varias estrategias conducentes a bajar el índice de inseguridad tanto en el comercio como en el resto del municipio, pero de todos es sabido que Tuluá como en todo el valle del cauca, es poco lo que se ha conseguido a pesar de las medidas implementadas.
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